La etiqueta autoadhesiva es un “sándwich” de materiales de múltiples capas, principalmente tres:
Frontal o Cara de impresión: cara útil de su producto auto adhesivo sobre la cual generalmente se imprime.
Adhesivo: aplicado al reverso de la cara de impresión. Un buen adhesivo simplifica los procesos de troquelado y etiquetado, como así también el comportamiento frente a las altas temperaturas de algunas impresoras. De acuerdo a sus propiedades pueden ser removibles, para frío o humedad, permanentes, extra fuertes, entre otros.
Soporte o Liner Respaldo: el material de protección que se descarta al exponer el adhesivo y aplicar la etiqueta. Cuando nos referimos al liner, decimos que se trata del papel “base”.
Este debe cumplir dos condiciones esenciales:
Siliconado pleno y uniforme. Esto conserva intactas las propiedades del adhesivo hasta el momento de ser despegado. Textura de dorso. Esta debe ser adecuada para evitar falsos movimientos dentro de las impresoras que traccionan por presión de rodillos, provocando defectos en la impresión o atascamientos de papel.